-La sesión extraordinaria duró poco menos de una hora
Ángeles González Ceballos
Xalapa, Ver
Con 32 votos a favor, 11 en contra y cero abstenciones, el Congreso de Veracruz aprobó en lo general la reforma al Poder Judicial de la Federación.
En menos de una hora, los legisladores veracruzanos hicieron algunos posicionamientos respecto de la modificación constitucional.
Mientras afuera se llevaba a cabo una protesta de trabajadores del Poder Judicial Federal, los diputados sesionaron de forma extraordinaria y prácticamente por mero trámite.
Al hacer uso de la tribuna, el diputado local panista Miguel Hermida Copado manifestó que el punto más polémico de la reforma estriba en la elección popular de más de mil 600 cargos judiciales, entre ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, integrantes de la Judicatura Federal, magistrados y jueces de distrito.
«Algo electoralmente imposible de implementar. El proyecto pretende reducir los ministros de la Corte, hoy con 11 integrantes.
Se propone un órgano de administración judicial y tribunal de disciplina, mismo que fungirá como brazo armado plenipotenciario del Gobierno para el sometimiento de los jueces al tamiz de resoluciones con el aval gubernamental», expuso.
Hermida Copado opinó que reforma consiste en ocurrencias precipitadas, las cuales no deberían tener mayor impacto por ser ocurrencias viscerales.
El legislador definió que no hay libertad de una nación cuando el poder de juzgar no está bien deslindado de los poderes Ejecutivo y Legislativo.
«¿Quién se podría oponer a una reforma del sistema de justicia en México? Todos los mexicanos sabemos que ahí es donde se concentran las mayores necesidades de la sociedad.
La justicia en México no solo se limita al Poder Judicial, el sistema de justicia es más que el Poder Judicial, por tanto, sus propuestas no tienen un alcance que amerite las opciones nacionales», señaló.
Al adelantar que su voto sería en contra, no descartó que después de esto pudiera venir una reforma fiscal agresiva, justificada nuevamente como mandato popular para distribuidor la riqueza.
Por su parte, el priísta Marlon Ramírez Marín, expresó que en esta reforma no se plantearon las bases necesarias para un avance en el acceso a la justicia.
«Es un retroceso a nuestra libertad judicial y a la división de poderes y los derechos humanos», afirmó.
Significó que con la reforma aprobada se comenzará a perder la independencia de los poderes, además de que hay un riesgo de desaparecer la figura del amparo.
En tribuna, el congresista dijo coincidir con las distintas posturas y pronunciamiento de los estudiantes universitarios de distintas entidades, quienes coinciden en que concentrar los poderes es la puerta a una dictadura.
«Al igual que los estudiantes estoy convencido de que esta reforma es un capricho presidencial», agregó.
Ramírez Marín dijo que durante la votación en el Senado, le hubiera encantado ver una votación orgánica sin tener que desaparecer a un partido nacional para «robarse» a dos senadores.
«Mi voto como priísta es en contra porque no puedo validar una reforma que violenta la justicia, que debería defender a esta reforma. Fue aprobada de manera ilegal porque no se respetó la suspensión de un juez que es el instrumento por el cual López Obrador evitó ser juzgado y encarcelado en el 2006 cuando se le pretendió implementar el desafuero», señaló.
En su oportunidad, la diputada Maribel Ramírez Topete, quien se pasó de Movimiento Ciudadano al PAN dijo que este momento crítico de nuestra historia, la democracia y la justicia están en juego.
«Y no podemos permitir que sean sacrificadas en aras de un control absoluto, hoy desde este arribo a exhorto a todas y todos los legisladores a defender con firmeza la independencia del Poder Judicial”, aseveró.