Angeles González Ceballos
Xalapa, Ver
Este día en México y muchos países de habla hispana se celebra el Día de los Santos Inocentes, en el que tradicionalmente se hacen bromas, pero la fecha tiene un origen sangriento, según algunos relatos bíblicos e históricos, relacionados con la matanza de niños en Belén.
Es en el Evangelio de Mateo, en el Nuevo Testamento, en donde se cita al profeta Miqueas, quien a finales del siglo VIII a.C. anunció el nacimiento del futuro rey de los judíos, el Mesías, en Belén, lugar en el nació Cristo.
En el Evangelio de Mateo (2:16-18) se dice que: “Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había sido precisado por los magos”.
Los pasajes bíblicos refieren que un ángel se le apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto; quédate allí hasta que te avise, porque Herodes va a buscar al niño para acabar con él.
El rey Herodes al sentirse engañado, habría ordenado la ejecución de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén y en sus alrededores para intentar deshacerse así de Cristo.
Por ello a este pasaje se le conoce como la Matanza de los Inocentes y se recuerda el 28 de diciembre, el día de los Santos Inocentes.
Sin embargo, algunos analistas históricos afirman que se trató de una cifra exagerada de muertos.
Y es que algunos estudios de la población de Belén en el año 4 a.C era de 300 a mil habitantes en total.
De manera que sólo habría entre 7 y 20 menores de dos años en aquel momento.
Antonio Piñero, catedrático de filología griega de la Universidad Complutense de Madrid, consideró una reelaboración de la leyenda del malvado faraón que quiso acabar con Moisés niño, de acuerdo con una cita publicada en ABC Historia.
Con los años y la mezcla de otras tradiciones paganas en Europa hizo que esto se fuera convirtiendo más en un día en el que se juegan bromas y, particularmente en México, en donde nos burlamos hasta de la muerte, por lo que hoy decimos: inocente palomita que te dejaste engañar.