_Con 31 años, dos de ellos los dedicó a la seguridad pública del estado, hasta este miércoles 26 de marzo que fue asesinada junto a otros elementos_
Fluvio Cesar Martínez.
Oteapan, Ver. – En las calles de Oteapan, al sur de Veracruz, se anuncia la muerte de una joven de apenas 31 años, de nombre Anayeli Reyes Martínez, los vecinos salen a escuchar el perifoneo, y lamentan su muerte por tratarse de una joven, pero, sobre todo, por la forma en que murió.
“Sí es la joven policía, sobrina de un militar que vivía en el barrio El Naranjal”, dice una vecina de la colonia El Rincón, al escuchar el anuncio.
Se trata de una de las dos elementos de la Secretaría de Seguridad Públicas (SSP) del estado que este miércoles 26 de marzo, murieron tras ser atacados a balazos cuando transitaban sobre la carretera federal 180D Cardel – Nautla, en el tramo Vega de la Alatorre – Carranza, donde además se reporta un elemento privado de la libertad.
Con apenas 31 años, Anayeli, siempre se sintió atraída por las armas y las fuerzas pública, por influencia de un tío que es elemento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
A los 29 años y con una pequeña hija, decidió integrarse a las filas de la Policía Estatal, pasando por corporaciones como Fuerza Civil y SSP, donde era enviada a diferentes regiones de la entidad.
Aquella tarde de miércoles, Anayeli, junto a sus compañeros, recibieron la noticia de que estaría francos por quince días, tras casi un mes de trabajo, por lo que se había preparado para regresar a Oteapan, para convivir con su pequeña hija de apenas seis años.
Sin embargo, antes de salir, les encomendaron realizar una entrega a bordo de una camioneta particular, donde lamentablemente fueron seguidos y atacados a balazos por integrantes de un grupo delictivo.
“Nosotros sabíamos que ya le tocaba bajar, después de 30 días de trabajo, y pues ya luego nos enteramos que la mataron de esta forma”, dijo uno de sus tíos en una breve entrevista con La Silla Rota.
En el barrio Naranjal, ya se preparan para recibir el cuerpo de la joven policía, quien deja en la orfandad a su pequeña hija y en luto a una familia, que siempre se sintió orgullosa de su trabajo.
El cuerpo de Anayeli, arribará esta noche de jueves para ser sepultada en la tierra que la vio nacer.