-Ninguna autoridad hace nada y el riesgo es latente para todos
Ángeles González Ceballos
Xalapa, Ver
A pesar de que en los últimos meses 24 empresas gaseras que operaban de manera irregular o «patitos» fueron clausuradas, todavía hay otras que operan impunemente sobre la carretera y hasta se anuncian en redes sociales.
El gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha sostenido en por lo menos dos ocasiones en el último mes, que sí ha habido clausura de estaciones de carburación de gas apócrifas, que no cumple con la normatividad e incluso operan en la ilegalidad.
El Ejecutivo puntualizó que en los últimos meses han clausurado 24 estaciones de carburación, además de las tomas clandestinas tanto de gas como de gasolina.
Además, recalcó que se han llevado a cabo operativos para lograrlo en coordinación con Pemex, la Secretaría de la Defensa Nacional y la propia Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz.
Sin embargo, a lo largo del territorio veracruzano continúa habiendo estaciones de carburación de gas que no cumplen con las condiciones mínimas de seguridad, ni con la normatividad de Protección Civil, además que se desconoce el origen de gas que venden, pues no aparecen en el padrón de Pemex.
La Comisión Reguladora de Energía, en su reporte de 2023, reveló que creció el número de estaciones clandestinas de gas en varias entidades del País, incluyendo Veracruz.
En Veracruz, dichas estaciones se encuentran en Paso del Toro, municipio de Medellín; en la estación Rancho del Padre, en Medellín y El Tejar, todos de ese mismo municipio conurbado a Veracruz y Boca del Río.
Las otras dos estaciones están en la comunidad de Vargas en el municipio de Veracruz y otra más ha sido detectada en la comunidad de Puente Jula, en el municipio de Paso de Ovejas.
De igual forma, la Comisión Reguladora resaltó que la de El Gallito en Los Tuxtlas, ha incrementado sus actividades, y con ello el riesgo de la población.
Una más que también ha extendido sus operaciones es Amerigas, en los municipios de Omelaca, Tezonapa Córdoba y Fortín.
Aunque algunas de estas se encuentran sobre las carreteras o sobre calles altamente transitadas, ninguna autoridad, ya sea de Protección Civil Municipal o Estatal, o de regulación de Comercio, ni del sector energético les ha impedido continuar con sus operaciones.
Al respecto los concesionarios bajo legalidad han acusado que operan en supuesta “clandestinidad” las estaciones mencionadas, porque están a la vista, han sido reportadas a las autoridades, pero se les continúa tolerando que operen en completa irregularidad.
Es importante destacar que hay muchos riesgos para la población y usuarios de esas estaciones, así como para los empleados, ya que no cuentan con las medidas de seguridad adecuadas, además que usan materiales reciclados y en su construcción nunca se verificó que cumplieran con las normas requeridas.
Esto, además de representar una competencia desleal para las estaciones que cumplen con todos los requisitos fiscales, legales, laboral, de protección civil y demás normativas, es un riesgo para la población, pues ante algún incidente, se desconoce quién podría responder a los afectados.
A la par, el gas que venden se desconoce quién es su proveedor, y si éste no ha sido alterado o no cumple con la calidad debida, generando otro tipo de riesgo para quienes lo consumen o lo llevan a sus hogares.