_El señor de 55 años fue sepultado en el panteón Miguel Hidalgo de Minatitlán de dónde era originario_
Fluvio Cesar Martínez.
Minatitlán, Ver. – Entre lágrimas y sentimientos encontrados fue sepultado en el panteón ‘Miguel Hidalgo’ de Minatitlán, el señor Alfonso Cruz, quien el pasado domingo 15 de octubre, murió tras ser aplastado por un poste de luminaria cuando manejaba su camioneta particular en el Puerto de Coatzacoalcos al sur de Veracruz. A Alfonso se le considera la única víctima del frente frío 6, que este fin de semana afectó a la entidad.
De acuerdo a lo que confirmaron las autoridades, Alfonso de 55 años, manejaba su camioneta tipo Journey color blanca, sobre la avenida Universidad a la altura de la colonia Gaviotas, cuando los fuertes vientos derribaron el poste de metal y se incrustó en el parabrisas hasta acabar con su vida.
Este lunes el cuerpo fue entregado a su esposa y dos hijos, quienes decidieron sepultarlo en Minatitlán de dónde era originario, en medio de canciones de mariachi, ramos y coronas de flores.
La familia de Alfonso se negó a emitir algún tipo de declaración ante los medios de comunicación, debido a que analizan entablar una denuncia y no han declarado ante las autoridades ministeriales, por lo que en un sepelio muy modesto decidieron despedirlo está tarde de lunes en el sur de Veracruz.
Alfonso era trabajador de la Sección 11 del sindicato petrólero y se desempeñaba como operador especialista y selegado departamental en el Taller de Mantenimiento Civil del Complejo Petroquímico Morelos, en esta región.
Brevemente dijeron, que Alfonso era una persona muy alegre y dedicada a su trabajo, además en sus ratos libres se dedicaba a entrenar a niños y jóvenes en artes marciales en Coatzacoalcos.
«Era un tío muy amable y le gustaba entrenar a los niños en karate en Coatzacoalcos, la verdad que duele mucho su partida», expresó una de sus sobrinas.
La familia confirmó que el ayuntamiento de Coatzacoalcos se hizo cargo de los gastos funerarios, pero esperarán a que avancen las investigaciones, toda vez que el poste que acabo con su vida, fue colocado por el ayuntamiento de Coatzacoalcos.
La tumba de Alfonso quedó cubierta por cuatro coronas de flores ofrecidas por sus familiares, amigos y compañeros de trabajo de Petróleos Mexicanos, quienes antes de retirarse se acercaban para despedirse.