José Vargas.
Coatzintla,Ver.- El cuerpo de José María Ramírez Hernández, elemento del Ejército Mexicano fallecido tras un ataque armado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue recibido con honores por sus familiares y compañeros en su comunidad natal de La Laja, Coatzintla, Veracruz.
Los restos del militar, que pertenecía al 7/o Batallón de Infantería con sede en Coatzintla, arribaron durante este miércoles al domicilio en la calle Benito Juárez de la comunidad donde se montaron guardias de honor por parte de sus compañeros militares. El cuerpo será velado durante este miércoles y para el jueves se tiene previsto una ceremonia en su memoria y posteriormente será sepultado en el panteón de la comunidad. José María Ramírez Hernández, de 21 años de edad, fue uno de los cuatro soldados que murieron en un ataque armado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el pasado 31 de diciembre de 2023. El gobierno mexicano reconoció su valor y le otorgó la condecoración al mérito militar.
En medio del dolor, el cuerpo de José María Ramírez Hernández fue recibido por sus familiares y vecinos de la comunidad que recuerdan a «Chema», como solían decirle, como una persona amable y trabajadora. «Era un muchacho muy bueno, muy noble, siempre dispuesto a ayudar a los demás. Estamos muy orgullosos de él, pero también muy tristes por su partida», dijo su madre, María Hernández. Según el reporte oficial, el ataque armado ocurrió cuando una patrulla del Ejército Mexicano fue emboscada por un grupo de presuntos delincuentes en la colonia Valles de Anáhuac, en Nuevo Laredo.
En el enfrentamiento, cuatro militares perdieron la vida y otros seis resultaron heridos. Los agresores lograron escapar. El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, expresó su pésame a los familiares de los militares caídos y aseguró que se hará justicia. «No vamos a permitir que estos actos queden impunes. Vamos a seguir combatiendo a la delincuencia con toda la fuerza del Estado. Reconocemos el valor y el sacrificio de nuestros soldados que dan la vida por la seguridad de los mexicanos», dijo en un comunicado.
«Fue un ataque muy violento, se escucharon muchas detonaciones y gritos. Nosotros nos tiramos al suelo y nos cubrimos la cabeza. Fue muy triste ver cómo los soldados caían uno a uno», relató un testigo que prefirió mantener su identidad en reserva. El especialista en seguridad, Juan Pérez, señaló que el ataque podría estar relacionado con la disputa entre grupos criminales por el control de la zona fronteriza. «Nuevo Laredo es un punto estratégico para el tráfico de drogas, armas y personas. Los cárteles se disputan el territorio a sangre y fuego.
El Ejército Mexicano ha sido blanco de varios ataques en los últimos meses, lo que evidencia la falta de coordinación y de inteligencia entre las autoridades», opinó.